Presidente de Independiente vuelve a lanzarse contra la U: “Fue un plan premeditado para suspender el partido”

A horas de finalizar el plazo máximo de entrega de los alegatos hacia la Conmebol por parte de Universidad de Chile e Independiente tras la barbarie del pasado miércoles, el presidente del club "rojo", Néstor Grindetti, volvió a responsabilizar a la U de los hechos que dejaron a 19 hinchas chilenos heridos; a la vez, el dirigente desechó todo acto que vincula al club argentino con el caos sucedido en el partido vuelta de octavos de final de Copa Sudamericana.

Como Comisión Directiva, y en la responsabilidad que se nos concedió para de representar los intereses del club por encima de todo, queremos empezar condenando la violencia en todas sus formas, sin importar de dónde ni de quién provenga. En el día de la fecha, a una semana de los lamentables acontecimientos ocurridos en nuestro estadio, nos presentamos ante ustedes, los medio de comunicación, y de cara a todas las socias, socios e hinchas del Club Atlético Independiente, con la misión de defender los intereses de nuestra institución y los derechos de nuestra gente, amparados en la verdad de lo sucedido”, comenzó a declarar el líder de los rojos de Avellaneda en un punto de prensa.

Grindetti inicio a conocer los puntos de su defensa, donde admitió algunas responsabilidades como institución, aunque no en su totalidad dado que para el dirigente los hechos fueron provocados por "la hinchada visitantes".

“Reconocemos que el Reglamento de Conmebol asigna al club organizador la responsabilidad sobre el evento, pero entendemos que esa responsabilidad no significa bajo ningún aspecto que Independiente haya sido responsable de los actos de violencia que sucedieron contra nuestra gente, ni la suspensión, ni la cancelación del partido. Debemos subrayar que el partido se canceló exclusivamente por la violencia de la parcialidad visitante", explicó.

"A la hinchada visitante se le asignó una tribuna con aforos reducido para garantizar la seguridad. Una vez comenzado el partido, destruyeron cámaras de seguridad, focos de incendio. Rompieron hormigón para generar material para arrojar durante cuatro horas. Fue un plan premeditado para suspender el partido”, añadió Grindetti.

Junto con esto, el dirigente del club argentino calificó a la dirigencia de Azul Azul, comandada por Michael Clark, como "vergonzosa" y "cómplice" de los incidentes en el estadio Libertadores de América.

"Condenamos enérgicamente a los delincuentes disfrazados de hinchas de nuestro club. No podemos decir lo mismo de Universidad de Chile y sus dirigentes. Su accionar es cómplice y vergonzoso. Decidieron encubrir. Desde el primer minuto intentaron distorsionar la realidad”, concretó.